Respirar es esencial para la vida. La entrada del aire al nacer desencadena una serie de acontecimientos que permiten a los recién nacidos pasar de un sistema dependiente de soporte de vida placentario a un sistema independiente de respiración de aire. Inspirar y espirar de 12 a 15 veces por minuto puede parecer un proceso simple para construir todo el sistema respiratorio humano, que requiere un promedio de 7 L de aire por minuto hacia los pulmones.
La lesión vascular causa rápidamente un hematoma masivo y, si no se repara, una pérdida intensa de sangre y el consiguiente fallo orgánico. La hemostasia (el cese de la pérdida de sangre desde un vaso dañado) tiene ciertas etapas separadas, aunque relacionadas entre sí: compresión y vasoconstricción; formación de un trombo hemostásico o trombo blanco (hemostasia primaria); formación del coágulo de fibrina más estable (hemostasia secundaria), y finalmente, retracción y disolución del coágulo.
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